At 88, I’m still young.
As a cell biologist doing research some 40 years ago, Dr. Bruce Lipton stumbled on some fascinating phenomena that didn’t conform to the prevalent teachings in biology. That made him question those teachings and realize that a lot of what we think we know about how the body works is simply wrong.
Biology’s central dogma is the belief that life is controlled by genes. Scientific research simply doesn’t support this idea, yet it’s still taught in medical schools and has been believed for a long time. When Darwin published “The Origin of the Species” in 1859, he said basically that individual traits are passed from parents to their children. He suggested that “hereditary factors” passed from parent to child control the characteristics of an individual’s life. Then DNA was discovered.
At first, DNA was thought to be responsible only for our physical characteristics, but then we started believing that our genes control our emotions and behaviors as well. So if you are born with a defective happiness gene, you can expect to have an unhappy life.
Laboratory research in cloning cells led Dr. Lipton to a remarkable awareness. Genes are not “self-emergent,” meaning genes cannot turn themselves on or off. The environment has to trigger gene activity. Genes are simply molecular blueprints used in the construction of cells, tissues, and organs. A cell’s life is controlled by the physical and energetic environment, and not by its genes.
This is great news! It’s great news because it means we can affect our cells’ environment and influence which genes are triggered, and which remain dormant. We are co-creators of our lives, including our health, regardless of what’s in our DNA and the new scientific field of epigenetics bears this out. Epigenetics is the study of how our environment and our choices can alter not only the way our genes are expressed, but also the genes of our kids. The insights we gain through this new biology unleash the power of consciousness, matter, and miracles.
Less than a decade ago, in a moment of clarity, I saw that I had absorbed ideas about my future and how I would age—a vision I didn’t like. It took courage and a spark of illumination to step out of my old paradigm right then and set an intention totally contrary to everything I’d learned, but I did it: I decided to grow younger.
With a clear goal in mind, I started doing my homework, reading and listening to the latest in scientific studies on aging and epigenetics, as well as studying ancient esoteric teachings. And then I began applying what I learned about exercise, nutrition, daily meditation, the effect of thoughts, emotions, and spiritual practices on our lives and many other techniques for body, mind, and soul. In short, I snubbed my nose at my Alzheimer’s gene, APO-e4, and got busy growing younger. On November 18, I will turn 88, and I’m still benefiting from these practices.
Ellen Wood of Questa is an artist and award-winning author of the series of books, “The Secret Method for Growing Younger,” available on Amazon. Contact her at ellen@howtogrowyounger.com
A los 88 años, sigo siendo joven.
El Dr. Bruce Lipton, biólogo celular, realizóinvestigaciones hace unos 40 años y descubrió algunos fenómenos fascinantes que no se ajustaban a las enseñanzas predominantes en el campo de la biología. Esto lo llevó a cuestionar esas enseñanzas y a darse cuenta de que gran parte de lo que creemos saber sobre cómo funciona el cuerpo está equivocado.
El dogma central de la biología es la creencia de que la vida está controlada por los genes. La investigación científica no respalda esta idea, sin embargo, aún se enseña en las escuelas de medicina y se ha creído durante mucho tiempo. Cuando Darwin publicó El origen de las especies en 1859, dijo básicamente que los rasgos individuales se transmiten de padres a hijos. Sugirió que los “factores hereditarios” pasados de padres a hijos controlan las características de la vida de un individuo. Luego se descubrió el ADN.
Al principio, se pensaba que el ADN era responsable solamente de nuestras características físicas, pero luego comenzamos a creer que nuestros genes también controlaban nuestras emociones y comportamientos. Así que, si naces con un gen de la felicidad defectuoso, se supone que tu vida será infeliz.
Las investigaciones de laboratorio sobre la clonación de células llevaron al Dr. Lipton a un descubrimiento notable. Los genes no son “autoemergentes,” lo que significa que no pueden activarse o desactivarse por sí mismos. El entorno debe desencadenar la actividad genética. Los genes son simplemente planos moleculares utilizados en la construcción de células, tejidos y órganos. La vida de una célula está controlada por el entorno físico y energético, y no por sus genes.
¡Esta es una gran noticia! Es una gran noticia porque significa que podemos influir en el entorno de nuestras células y afectar qué genes se activan y cuáles permanecen inactivos. Somos cocreadores de nuestras vidas, incluida nuestra salud, independientemente de lo que esté en nuestro ADN, y el nuevo campo científico de la epigenética lo confirma. La epigenética es el estudio de cómo nuestro entorno y nuestras decisiones pueden alterar no solo la forma en que se expresan nuestros genes, sino también los genes de nuestros hijos. Los conocimientos que obtenemos a través de esta nueva biología desatan el poder de la conciencia, la materia y los milagros.
Hace menos de una década, en un momento de claridad, me di cuenta de que había absorbido ideas sobre mi futuro y cómo envejecería —una visión que no me gustaba. Necesité valor y un destello de iluminación para salir de mi viejo paradigma en ese momento y establecer una intención totalmente contraria a todo lo que había aprendido, pero lo hice: decidí rejuvenecer.
Teniendo en mente un objetivo claro, comencé a hacer mi tarea, leyendo y escuchando los últimos estudios científicos sobre el envejecimiento y la epigenética, así como estudiando enseñanzas esotéricas antiguas. Luego comencé a aplicar lo que aprendí sobre ejercicio, nutrición, meditación diaria, el efecto de los pensamientos, las emociones y las prácticas espirituales en nuestras vidas y muchas otras técnicas para el cuerpo, la mente y el alma. En resumen, le dije que no en su cara a mi gen de Alzheimer, el APO-e4, y me puse a rejuvenecer. El 18 de noviembre cumplo 88 años, y todavía estoy disfrutando de los beneficios de estas prácticas.
Ellen Wood de Questa es artista y la autora galardonada de la serie de libros “The Secret Method for Growing Younger,”, disponible en Amazon. Puedes ponerte en contacto con ella escribiendo a ellen@howtogrowyounger.com.
Author
-
Ellen Wood, born in 1936, is a prizewinning author, columnist and former management executive. After her youngest child began school, Ellen started an in-house ad agency and won 16 awards for annual report and advertising excellence, including 4 national awards. Five years after her mother died of Alzheimer’s, Ellen experienced early symptoms (she has the gene, APO-e4). At 68 she developed a program of mind/body/spirit techniques that proved so successful, she wrote and published “Think and Grow Young,” followed by “Joy! Joy! Joy!” (now retitled “The Secret Method for Growing Younger,” Volumes 1 and 2) and gave inspirational speeches. Since 2018 Ellen has been the ad agency for NorthStar Tire and Auto in Questa, NM. Ellen started painting in November of 2020, having dabbled at it in her 20s, and gave herself a new name: Maruška, her father’s middle name. She is overjoyed to be part of a big, loving, kindhearted family. You can find her paintings at www.northernnewmexicoartists.com/ellen-wood
View all posts