We are NOT pre-programmed to deteriorate as we age

Science is now revealing new, exciting details about our bodies and our minds—about how our bodies change and why. Scientists and physicians used to believe, and some still do, that our genes determine what takes place in the cells of our body and that our DNA is pre-programmed to cause all those changes that make us grow old and deteriorate. Well, now scientists in cell biology are finding that human consciousness plays a very important role in what takes place in the cells of our body.

The new science of epigenetics reveals how the choices we make can change our genes. Our lifestyle, thoughts, and beliefs affect our cells—the mind/body connection is real. I can say that with certainty because I’ve been reading the works of scientists and other experts in the field of epigenetics who have proven that environmental factors can alter the way our genes are expressed. For one, Dr. Bruce Lipton, internationally recognized cell biologist, has proven that our mind can turn our genes on and off. We have approximately 20,000 genes in our body, but they don’t all get expressed. Dr. Lipton’s research shows that genes are merely blueprints and it’s the environment outside the cell that determines genetic expression. As a carrier of the Alzheimer’s gene, APO-e4, I intend to keep that gene in the “off” position.

Yes, genes affect the color of our eyes and whether our second toe will be longer than our big toe, but when it comes to how healthy we’re going to be or how long we’re going to live, in most cases our mind and our lifestyle play more important roles than our genes do.

According to Larry Dossey, M.D., one of the world’s top physicians in mind/body medicine, numerous scientific studies show that the most accurate predictor of longevity is what a person thinks about their own health.
Dawson Church, Ph.D., and author of numerous books on energy medicine, reports that the tools of our consciousness, including beliefs, prayers, thoughts, intentions and faith, correlate more strongly in research studies with our health, longevity, and happiness than our genes do.

This new information is a breakthrough in the understanding of our biology that’s fundamental to all healing and to being youthful at any age. It means that when we change our perceptions and beliefs, we send totally different messages to our cells and we reprogram them. As Henry Ford once said, “If you think you can, or you think you can’t, you’re right.”

NO estamos preprogramados para deteriorarnos a medida que envejecemos

La ciencia ahora está revelando detalles nuevos y emocionantes sobre nuestros cuerpos y nuestras mentes —acerca de cómo cambian nuestros cuerpos y por qué lo hacen. Los científicos y los médicos solían creer, y algunos todavía lo hacen, que los genes determinan lo que ocurre en las células del cuerpo y que nuestro ADN está preprogramado para provocar todos esos cambios que nos hacen envejecer y deteriorarnos. Bueno, ahora los científicos que se especializan en biología celular han descubierto que la conciencia humana juega un papel muy importante en lo que ocurre en las células del cuerpo.

La nueva ciencia de la Epigenética revela cómo las elecciones que hacemos pueden cambiar nuestros genes. Nuestro estilo de vida, pensamientos y creencias afectan nuestras células: la conexión entre la mente y el cuerpo es real. Puedo decirlo con certeza porque he estado leyendo los trabajos de científicos y otros expertos en el campo de la Epigenética que han demostrado que los factores ambientales pueden alterar la forma en que se comportan nuestros genes. Por un lado, el Dr. Bruce Lipton, biólogo celular reconocido internacionalmente, ha demostrado que la mente puede activar y desactivar los genes. Tenemos aproximadamente 20.000 genes en nuestro cuerpo, pero no todos se expresan. Las investigaciones del Dr. Lipton muestran que los genes son simplemente una guía y es el entorno fuera de la célula el que determina la expresión genética. Como portadora del gen de Alzheimer, APO-e4, tengo la intención de mantener ese gen en la posición de “apagado.”

Sí, los genes afectan el color de nuestros ojos y el hecho de que el segundo dedo del pie sea más largo que el dedo gordo, pero cuando se trata de cuán saludables estamos o cuánto tiempo vivimos, en la mayoría de los casos la mente y el estilo de vida juegan un papel más importante que nuestros genes.

Según Larry Dossey, M.D., uno de los mejores médicos del mundo en medicina de la mente y el cuerpo, numerosos estudios científicos muestran que el predictor más preciso de la longevidad es lo que una persona piensa sobre su propia salud.

Dawson Church, Ph.D. y autor de numerosos libros sobre medicina energética, ha reportado que las herramientas de la conciencia, incluidas las creencias, oraciones, pensamientos, intenciones y fe, se correlacionan más fuertemente en los estudios de investigación con la salud, la longevidad y la felicidad que con los genes.

Esta nueva información es un gran avance en la comprensión de nuestra biología que es fundamental para toda curación y para ser joven a cualquier edad. Significa que cuando cambiamos nuestras percepciones y creencias, enviamos mensajes totalmente diferentes a nuestras células y las reprogramamos. Como dijo una vez Henry Ford: “Si crees que puedes, o crees que no puedes, tienes razón”.

Traducción de Teresa Dovalpage